¡PUEDES SER ‘COACH’ DE TUS HIJOS!
Escrito por Ana Asensio
El coaching es una metodología positiva de desarrollo personal que nos permite aprender para alcanzar nuestros objetivos una manera eficiente posible. Del mismo modo que los políticos o los deportistas utilizan un coach para dar lo mejor de ellos mismos, los padres deberíamos conocer esta técnica para desarrollar el talento de nuestros hijos y potenciarlo.
¿Qué haría un padre/madre ‘coach’ con sus hijos?
Fundamentalmente, ayudar a sus hijos a descubrir sus habilidades y mostrarles el camino que deben recorrer para dar lo mejor de sí mismos en todas las facetas de sus vidas. Para ello, hay que trabajar para el desarrollo de su autoestima, para conseguir un equilibrio emocional, para responsabilizarles no solo de su presente, sino también de su futuro y así hacer que sean ellos mismos los que definan sus objetivos y metas y tracen caminos y alternativas para conseguirlos. Por último, un buen padre/madre coach tiene que saber retarles, y, sobre todo, acompañarlos.
Para desempeñar esta labor ayuda mucho contar con una formación en educación emocional. De hecho, aprender educación emocional no sólo beneficia a nuestros hijos o a la familia, directamente es un regalo para nosotros, ya que con ello también evolucionamos, aprendemos y nos sentimos muy plenos realizando esta tarea.
Ocho consejos para ser un buen ‘coach’ de tus hijos
Partimos de la base de querer mejorar, del amor por nuestros hijos y la familia, y del entusiasmo por educar y construir un mundo mejor. Y a partir de aquf, estos son algunos consejs qué podemos poner en práctica para empezar a ser coach de nuestros hijos en casa.
- Motivar y animar. En la educación y en el aprendizaje, así como en el interés por desarrollarse y tener experiencias. Como padres, y si queremos además ser ‘coach’ de nuestros hijos, es importante que les enseñemos el valor de la motivación, la cual pasa de ser externa en la infancia a ser interna en la adolescencia, donde uno se esfuerza por superarse a sí mismo. Es muy saludable animar a nuestro hijo y darle mensajes positivos.
- Apoyar. Sentir que uno crece en un entorno seguro, pero que además en ese entorno se le apoya, es un regalo para nuestros hijos. Los mensajes de “recuerda que estoy aquí”, “puedes contar conmigo” o “aunque no te entiendo, respeto como te sientes…” son palabras que podemos acompañar de nuestra actitud y educar en el apoyo.
- Reconocer. Qué importante es ver a cada uno de nuestros hijos como son, y enseñarles y transmitirles lo mágico y bello que resulta reconocer a las personas tal cual son. Cuando ejercemos de padres, y queremos ser ‘coach’, es importante que reconozcamos quién es nuestro hijo. El ejercicio será reflexionar aquello que me encanta de mi hijo y aquello que no me gusta de su ser, o siento que rechazo, y valorar si puedo hacer algo con ello para mejorar este aspecto.
- Comprender. Un gran aprendizaje de vida el que se sientan comprendidos y desarrollen la comprensión de las cosas, buscando conectar con esa comprensión, aunque no se vea con claridad, antes de juzgar, o antes de presuponer o antes de generar. Para esto, además de la actitud en casa y con nuestro hijo, podemos hacer juegos o hablar de cómo interpretaremos determinadas situaciones, para poder entender que las apariencias muchas veces engañan y que en la vida esto sucede también.
- Comunicación. Aprender a comunicarnos y expresar nuestras emociones y pensamientos es algo vital que nos ayuda a crecer. Tener espacios, momentos de charlas, la cultura de escuchar y hablar en la familia desde que son pequeños es muy saludable. Es una manera de mantenernos conectados y cerca de su mundo, y esto se hace especialmente importante en la adolescencia. En casa puede haber un espacio específico de comunicación, podemos hacer juegos de preguntas y respuestas de cosas divertidas acerca de la vida, o podemos generar momentos y rutinas propicias para las conversaciones.
- Actitud. Es importante contar con las aptitudes, pero si algo hace que triunfemos en la vida es la actitud. Es un regalo de vida enseñar a nuestros hijos a tener sueños, trabajar para llegar a ellos, saber que pueden esforzarse… De esta manera aprenderán también que en sus estudios podrán obtener mejores resultados con perseverancia y atención, y que esto les reportará cosas muy positivas.
- Aceptar. Un gran aprendizaje de vida. Y es importante recordar que aceptar no es resignarse, sino que aceptar es saber gestionar la emoción que nos produce una situación que no ocurre como desearíamos. A veces, aceptar implica asumir límites o limitaciones que producen frustración, o aprender a responsabilizarse de determinadas acciones. Hay muchas formas de enseñar a nuestros hijos a aceptar. En primer lugar, hablando de ello con naturalidad y darle el valor que tiene. También, se puede fomentar ei aprendizaje de la aceptación con materiales específicos, ya que hay cuentos muy bonitos que hablan de historias de aceptación, uno de ellos es “así es la vida” que explica para niños de primaria cómo aceptar situaciones.
- Enseñar a pensar. Es importante como coach de tus hijos, educarlos en reflexionar, pensar antes de actuar, y que puedan ir conforme van madurando aprender a discernir sobre hechos cotidianos. Para este ejercicio, además de nuestro ejemplo, podemos emplear el “POPA” que significa: Para, Observa, Piensa y Actúa. De esta manera podrán evaluar situaciones desde un lado emocional y reflexivo, y aprenderán a responder en lugar de reaccionar.
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