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Hacia el humanismo tecnológico

HACIA EL HUMANISMO TECNOLÓGICO

 

El saber tecnológico es el centro de la nueva cultura de la sociedad del conocimiento. No se trata de tecnologías duras solamente, que pareciera que se oponen a la mirada clásica del humanismo. Se trata de una manera de pensar. Por esto, no se trata de despreciar o dejar de lado la cultura humanista, cuna de nuestra civilización, se trata de redefinirla teniendo en cuenta las necesidades de la nueva sociedad.

El pensamiento tecnológico supone modos específicos de operar de la mente. Tishman presenta un resumen interesante de sus características (Tishman, 1994). Para este autor existen siete disposiciones del pensamiento tecnológico, cada una con sus propósitos y movimientos clave.

 

  1. La disposición a ser amplio y aventurero

Propósito: ir más allá de lo obvio y hacia una concepción más rica de un tópico o hacia una serie más amplia de opiniones.

Movimientos clave: ¡sea audaz!; vaya más allá de lo obvio; busque otros puntos de vista; tenga en cuenta lo opuesto, lo contrario; cuestione los supuestos; explore territorios nuevos, vaya más allá de los límites.

 

  1. La disposición a tener capacidad de asombro, a la búsqueda de problemas y a la investigación.

Propósito: encontrar y definir enigmas, misterios e inseguridades; estimular la capacidad de inquisición.

Movimientos clave: ¡sea curioso!; identifique problemas, preguntas y enigmas; busque lo que está escondido, lo que falta; pregúntese sobre los temas profundos, haga preguntas difíciles; identifique senderos intrigantes de investigación.

 

  1. La disposición a construir explicaciones y comprensiones.

Propósito: construir comprensiones profundas de tópicos, ideas, objetos y eventos a través del uso activo del conocimiento.

Movimientos clave (3 áreas):

  • Área 1 – Describir y clasificar: ¡descríbalo claramente!; mire los detalles; identifique los diferentes aspectos o dimensiones; clarifique lo que es raro o poco claro.
  • Área 2 – Explicar y demostrar: ¡explíquelo claramente!; identifique los aspectos centrales; compárelo con otras cosas; identifique las causas; de un ejemplo.
  • Área 3 – Conectar e integrar: ¡haga conexiones!; encuentre conexiones con otras cosas que ya sabe; transfiera lo que ha aprendido a otros contextos; encuentre aplicaciones nuevas e inusuales a su conocimiento; pregunte qué puede hacer para llevar más allá su conocimiento.

 

  1. La disposición a hacer planes y a ser estratégico.

Propósito: establecer estándares y metas y perseguirlas estratégicamente.

Movimientos clave: ¡sea organizado!; identifique metas; establezca estándares; pronostique, prevea, anticipe obstáculos; use estrategias de pensamiento.

 

  1. La disposición a ser intelectualmente cuidadoso.

Propósito: hacer que el pensamiento se organice y enfoque en lo que es importante.

Movimientos clave: ¡sea preciso!; preste atención a los detalles importantes; haga listas, haga diagramas, use organizadores gráficos; sea meticuloso; prevea errores costosos.

 

  1. La disposición a buscar y evaluar razones.

Propósito: explorar y evaluar las redes de razones que subyacen las creencias, las teorías y las acciones.

Movimientos clave: ¡pregunte por qué!; busque justificaciones, razones a favor y en contra; demande y provea pruebas; identifique las razones que cuentan más y las que cuentan menos; busque las consecuencias y las implicancias.

 

  1. La disposición a ser metacognitivo.

Propósito: ser consciente del propio pensamiento, desarrollar y aplicar estándares a su pensamiento, ser responsable de la gestión y de la evaluación del propio pensamiento.

Movimientos clave: 2 áreas.

  • Área 1 – Describir el propio pensamiento: ¡sea consciente de sí mismo!; describa su pensamiento en dibujos y en palabras; note las regularidades y tendencias en su pensamiento y en su proceso de aprendizaje.
  • Área 2 – Evaluar el pensamiento: ¡sea autoevaluativo!; critique su propio pensamiento, identifique fortalezas y áreas de mejoramiento; aplique estándares a su pensamiento; desarrolle criterios para pensar correctamente.

 

El saber tecnológico dentro del sistema educativo no se agota con la necesaria introducción de las nuevas tecnologías de la información. No se trata de la vieja escuela con computadoras, ni del modelo clásico con un área que se llame educación tecnológica. Este estilo de pensamiento supone modos específicos de operar de la mente, y también modos de aprender.Es la base que redefine la manera de entender el aprendizaje en el paradigma clásico y también la base que hace posible el desarrollo de competencias.

 


 

 


 

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