HABILIDADES Y CONOCIMIENTOS NECESARIAS EN LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL: SUS 4 DIMENSIONES
Como decía Paulo Freire, uno de los más influyentes teóricos de la educación del siglo XX, “la educaciónno cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”. Consciente del papel que desempeñan los niños de hoy en la transformación futura de las sociedades, hoy en día, todos estamos trabajando en la mejor adaptación digital y así sacar el máximo partido de las oportunidades de la nueva era. Se trata de conseguir una educación innovadora, inclusiva y basada en valores.
Nuestro principal objetivo es crear un marco de aprendizaje que recoja los conocimientos, habilidades y actitudes que los estudiantes necesitan para tener éxito como trabajadores, ciudadanos y personas, así como los sistemas de apoyo necesarios, con un enfoque de mejora continua.
La formación del estudiante de este siglo, comprende cuatro dimensiones:
- Asignaturas curriculares y temáticas básicas del siglo XXI. Harán posible aprender habilidades para que los alumnos sean independientes y estén preparados para desenvolverse en trabajos que no existen y manejarse con herramientas que aún no se han desarrollado. Éstas incluyenel pensamiento crítico y la resolución de problemas, la comunicación, la colaboración y la creatividad y la innovación, conocidas como las 4 Cs del entorno del aprendizaje del estudiante en el siglo XXI. Entre los que las tengan y los que no existirá una nueva brecha.
- Competencias de aprendizaje e innovación. Se refieren a los conocimientos de contenidos y temas de la era digital, que es preciso dominar como el inglés y otros idiomas o la multidisciplinariedad (ciencias, letras, matemáticas, geografía e historia…).
Los expertos aconsejan dar un giro radical a la educación desde primaria para conseguir cada vez más una formación renacentista. Un reto más para las organizaciones es incorporar talento STEAM, por sus siglas en inglés (Science, Technology, Engineering, Arts and Mathematics) que se debe cultivar “desde la cuna”.
- Competencias en el manejo de las TIC. Vivimos en un entorno inmersos en la cuarta revolución industrial. Debemos ser capaces de saber acceder y filtrar la información, ser versátiles a la hora del cambio de herramientas tecnológicas y, por supuesto, tener la máxima capacidad de aportar en entornos colaborativos en los que la contribución individual (nuestro talento único) será clave porque “el todo aporta más que la suma de sus partes”.
- Habilidades para la vida personal y profesional. A medida que avanza el siglo XXI, los trabajos serán cada vez más complejos e incorporarán cada vez más la inteligencia artificial.
El desarrollo del pensamiento, junto al conocimiento y las competencias referentes a la inteligencia emocional, en especial las sociales, abanderadas por la empatía, junto a las capacidades comunicativas, de liderazgo, resolución de conflictos, cooperación y trabajo en equipo, serán los faros que nos ayudarán a navegar en este mar complejo en permanente oleaje.
En el foro de Davos de comienzos de año ya se animó, una vez más, a las organizaciones a que contribuyeran a concienciar a sus trabajadores sobre la importancia del aprendizaje continuo: “no se puede esperar hasta 2050”, se dijo. Para entonces será de vital importancia que los empleados (y empleadores) hayan cultivado las habilidades blandas (soft skills) mencionadas, ya que en su conjunto son las que van a permitirnos (a los humanos) aprender y adaptarnos de manera más fácil a los cambios venideros.
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